En ocasiones, la piel reseca o muy seca puede derivar en irritación, descamación y picazón, características propias de la piel atopica. Se trata de una afección de la piel que aparece en forma de brotes y afecta tanto a bebés y niños pequeños como adultos. Suele tener dos fases, la activa (brotes) y la inactiva (interbrotes).
La piel atópica es una afección cada vez más frecuente en mujeres de todas las edades
La piel atópica es uno de los problemas más comunes de la dermis, pero es poco conocida y afecta tanto la apariencia como la autoestima de muchas mujeres ¿Qué es la piel atopica? ¿Cuáles son las causas y síntomas de la piel o dermatitis atopica? ¿Cómo cuidar la piel atopica?
Te explicamos a detalle como es la piel atopica, cuales son sus principales causas y como cuidar o proteger tu piel para disminuir sus síntomas y tener una piel suave, sana e hidratada.
¿Qué es la piel atopica?
La piel atópica es una afección de la piel mejor conocida como dermatitis atópica, la cual se caracteriza por una reacción de hipersensibilidad en la piel, similar a una alergia, que produce inflamación, enrojecimiento e hinchazón de la piel de forma prolongada o crónica.
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel
Quienes tienen piel atópica presentan resequedad severa, irritación, manchitas rojas, escamas y picores que provocan un rascado continuo. La evolución de los brotes y la picazón pueden provocar heridas en la piel que pueden llegar a sobreinfectarse.
Las fases graves de esta enfermedad de la piel tienen un impacto importante en la calidad de vida de las personas que la padecen, pues la picazón es incluso una causa de insomnio.
¿Cuáles son las causas de la piel o dermatitis atopica?
Actualmente se desconocen a ciencia cierta las causa que originan la dermatitis atópica, sin embargo muchos expertos coinciden en que la principal causa de esta afección de la piel es la predisposición genética.
Diversos estudios demuestran que si uno de los padres tiene piel atopica, las probabilidades de que sus hijos tengan la misma afección es del 30%. Si ambos padres la padecen, la probabilidad aumenta al 70%.
Más allá de las condiciones genéticas, la piel o dermatitis atópica también se relaciona con las siguientes causas:
- Predisposición genética: La atopia se desarrolla a partir de condiciones genéticas favorables.
- Sistema inmunologico alterado: Cuando el sistema inmune actúa de forma exagerada, puede causar una intensa inflamación. Si la piel se torna permeable es más propensa al ingreso de alérgenos (ácaros, pelo de animales, polen…) y algunas bacterias (como el Staphilococus Aereus) los cuales causan reacciones inflamatorias.
- Patologías: Esta afección esta relacionada a otras patologías, como el asma, la fiebre de heno o alergias.
- Los alérgenos alimenticios: Alimentos como la leche de vaca, huevo… pueden desencadenar una respuesta alérgica y producir eccema.
- Género: Las mujeres son más propensas que los hombres a sufrir dermatitis atópica.
- Clima u ubicación: El clima frío y las ciudades contaminadas son un factor de riesgo para la piel atopica
- Otros factores, como los productos químicos sobre la piel, el calor o la transpiración, actúan como irritantes y pueden desencadenar episodios de eccema.
Principales síntomas de la piel atopica
El principal síntomas de la piel atópica es la resequedad, de hecho carece de los elementos hidratantes naturales de la piel (aminoácidos y lípidos) que actúan como función barrera y protegen a la piel.
Esta carencia lipídica, debilita la barrera protectora y hace que las capas internas de la piel sean propensas a sufrir infecciones debido al constante rascado que causa la picazón.
Los síntomas de la dermatitis atópica (eccema) varían mucho de una persona a otra. ¡Veamos cuales son!
- Resequedad de la piel
- Picazón, la cual incrementa durante la noche
- Erupciones de color rojo a marrón grisáceo,en la cara y en la piel del cuerpo (cuello, manos, pies, detrás de las rodillas, área interior de los codos)
- Pequeños bultos que pueden perder líquido y formar costras al rascarse
- Piel sensible, inflamada, agrietada y escamosa
Ciclo de la dermatitis atópica ¿Cómo se manifiesta?
La piel atópica suele aparecer durante la infancia, entre los 2 y 3 meses de edad y se manifiesta con manchitas rojas y sequedad en zonas específicas de la piel, mejillas, manos, codos y rodillas. Los brotes constituyen la fase activa y pueden continuar los siguientes 2 o 3 años, para luego entrar en las fases de interbrotes entre la adolescencia y adultez.
Los sarpullidos aparecen en la fase activa de la enfermedad
La mayoría de los síntomas de la piel atópica son a su vez factores desencadenantes, como la sequedad y picazón, pues al rascarse, se altera la función de barrera de la piel.
Debido al picor y la falta de lípidos, las capas más profundas de la piel quedan expuestas ante infecciones por agentes externos. Las bacterias causan irritación por lo que la sensación de picor continua. Esto se conoce como «ciclo de la piel atópica».
¿Cómo prevenir la piel atopica? ¿Qué hacer?
La dermatitis atópica es una afección que no se puede prevenir, pero sí se puede evitar la aparición de los brotes, es decir la fase activa. Para ello, es importante mantener siempre la piel hidratada para controlar sus síntomas y combatir los factores que la agravan.
Además es indispensable identificar y evitar de factores desencadenantes como el polvo o la contaminación, el estrés, alergias alimentarias, el uso de detergentes, entre otros, ya que pueden provocar brotes y agravarlos.
Si tomas en cuenta estas recomendaciones podrás interrumpir su progreso y evitar nuevos brotes.
- Evita tomar duchas largas, lo ideal es que no duren mas de 10 minutos
- No tomes baños de burbujas o con sales de baño, porque secan e irritan la piel.
- Mantén tus uñas cortas y limpias para que al rascarte, evites que se produzcan bacterias e infecciones.
- En el hogar, procura una temperatura adecuada (19-20 ° C) ventilando diariamente. Evita el uso de alfombras y peluches pues favorece la acumulación de polvo.
- Utiliza ropa de algodón y lino, evita las prendas ceñidas al cuerpo. Al momento de lavar la ropa, debe enjugarse bien y evitar el uso de detergentes fuertes y suavizantes.
- Presta atención a tu alimentación, por si alguno de estos alimentos, huevos, leche, soja y trigo, actúan como desencadenante.
- Identifica posibles desencadenantes de la enfermedad. El estrés, la obesidad, los detergentes, el polvo y el polen pueden agravarla. Trata de identificarlos y reducir su exposición.
Una de los mejores consejos para prevenir los brotes de piel atópica es llevar un estilo de vida saludable, evitar el estrés, seguir una dieta equilibrada, tener una buena hidratación diaria, evitar ciertas prendas de ropa y tener una correcta higiene de la piel.
¿Cómo cuidar la piel atopica?
¿Tienes piel atopica? ¡Tranquila! Son muchos los tratamientos y cuidados que puedes seguir para mantener los brotes a raya. Lo importante es que protejas tu piel durante las fases de interbrotes para así evitar y retrasar la aparición de futuros brotes.
Tratar los brotes de forma eficaz, limita la reaparición de lesiones y retrasa los nuevos brotes
Procurar un cuidado diario y constante de la piel, puede proteger tu piel un poco más y evitar que su función barrera se debilite. Para cuidar, proteger y mantener hidratada tu piel, toma en cuenta los siguientes cuidados:
- Toma duchas con agua templada más cortas de 10 minutos máximo
- Aplica aceites de baño para regenerar la barrera hidrolipídica que se altera durante la ducha. Usa jabón solo en zonas específicas del cuerpo, como la partes íntimas, las axilas y los pies.
- Humecta la piel al menos dos veces por día. Aplica cremas emolientes o lociones que mantengan la humedad de la dermis. Asegúrate de que sean productos indicados para piel atópica y procura que su uso sea constante.
- Usa jabones suaves Los jabones ordinarios y antibacteriales pueden eliminar los aceites naturales y secar la piel, por eso es mejor evitarlos
- Sécate con cuidado y sin fritar. Después de la ducha, sécate dando toques suaves con una toalla y aplica una crema humectante con la piel todavía húmeda.
Piel atópica remedios caseros
La Academia Americana de Dermatología (American Academy of Dermatology) recomienda tomar un baño de lejía para prevenir las exacerbaciones en la piel atopica. Un baño con lejía diluida ayuda a disminuir las bacterias en la piel y las infecciones que se derivan de ellas.
Para llevar a cabo este remedio casero solo debes:
- En una bañera llena de agua tibia (151 litros), incorpora 1/2 taza (118 mililitros) de lejía de uso doméstico (no lejía concentrada)
- Sumérgete en la bañera desde del cuello hacia abajo.
- También puedes enjuagar o sumergir solo las zonas afectadas de la piel durante alrededor de 10 minutos.
- ¡No sumerjas la cabeza! Tampoco tomes baños de lejía más de dos veces por semana, ya que pueden resentir la piel
Piel atópica tratamiento con medicamentos
Cuando los cuidados no son suficientes para controlar y prevenir los brotes agudos, es necesario consultar con el dermatólogo y comenzar un tratamiento dermatológico. El tratamiento de la piel atópica consiste en el uso de productos específicos o aptos para piel atópica prescritos por un médico.
El tratamiento farmacológico para tratar un brote de dermatitis atópica se basa principalmente en corticosteroides suaves tópicos y locales que aliviarán el dolor e inflamación de manera rápida. También es posible que sea necesario el uso de un antiestamínico por vía oral, ya que detiene la liberación de estaminas, responsables de la picazón.
Los corticosteroides favorecen la desaparición de las lesiones inflamatorias y un alivio rápido del prurito.
Al combinar el tratamiento con corticosteroides y la aplicación de cremas emolientes, se re-establece la hidratación correcta de la piel y se controlan eficazmente los brotes. Es importante aclarar que la aplicación del medicamento en el rostro está desaconsejada.
Los cuidados diario de la piel como la limpieza e hidratación con cremas emolientes 2 veces al día, ayudarán a fortalecer la barrera protectora cutánea y a restaurar la flexibilidad y suavidad a la piel, evitando la hipersenbilidad.
Aunado a ello, tomar algunas precauciones en casa como evitar duchas calientes, ventilar la casa, evitar el uso de jabones y detergentes agresivos, así como el polvo y el estrés, serán de gran ayuda para evitar molestos e incómodos brotes de dermatitis, y conseguir una piel sana y suave.
Ante cualquier duda consulta con tu médico dermátologo de comfianza