¿Has notado que tu pancita no desaparecer tras el postparto? ¿Sientes que al realizar algún esfuerzo con tu abdomen “algo” se sale hacia afuera a la altura de tu ombligo? Todas sabemos que tras el parto y el embarazo los músculos del abdomen se someten a un gran esfuerzo, pero en ocasiones este puede dejar secuelas en nuestra recuperación. Además de la expansión del abdomen por el crecimiento del útero, el efecto de las contracciones y el pujar durante el parto pueden hacer que toda la musculatura se resienta y sufra una separación central del abdomen, es decir una diástasis abdominal postparto.
El 80% de las mujeres sufren de diástasis abdominal luego de dar a luz.
Aunque tras el parto el abdomen tarda un tiempo en recuperarse, son muchas las mujeres que aun después de varios meses sigue sin recuperar el tono muscular de su abdomen, y es que por más que pasan las semanas la pancita no desaparece. En algunos casos, esto se debe a la debilidad de la faja abdominal natural tras el parto y el embarazo, pero en otros se trata de diástasis abdominal.
¿Por qué se produce la diástasis abdominal en el postparto? ¿Cómo puedo recuperar el tono muscular del abdomen?¿Cómo prevenirla y detectarla?¿Que tratamientos hacer tras el parto?
Veamos las causas y consecuencias de esta complicación tras el postparto, además de las mejores recomendaciones y consejos para disminuir diástasis abdominal postparto.
¿Qué es la diástasis abdominal?
La diástasis abdominal es aquella separación o rotura que tiene lugar en los músculos rectos abdominales cuando se experimenta un daño en el tejido conectivo y la línea media del cuerpo o línea del alba. Los rectos abdominales, mejor conocidos como “sixpack” se dividen en dos bandas que van desde la base de la caja torácica y el apéndice xifoides hasta la pelvis, y se unen en el medio por la línea alba, una banda conectiva que los mantiene unidos entre sí.
La diástasis abdominal es la separación o rotura en los músculos rectos abdominales
Durante el embarazo, debido al crecimiento del bebé en nuestro útero esta musculatura va cediendo poco a poco, hasta el punto de dañarse y provocar una distención en el tejido fibroso de la línea del alba. Cuando este tejido resulta afectado por el embarazo y el parto, los rectos abdominales permanecerán separados de una forma más o menos amplia, provocando esa antiestética pancita.
Aunque cualquier persona puede sufrir de diástasis abdominal, se estima que las posibilidades de sufrirla aumentan considerablemente tras el parto, de hecho, el 80% de las mujeres desarrollan diástasis abdominal luego de dar a luz.
¿Por qué se produce la diástasis abdominal en el postparto y el embarazo?
Durante el embarazo, la diástasis en el abdomen se puede producir debido al crecimiento que experimenta el útero por el desarrollo del bebé, de hecho, es estima que aproximadamente el 66% de las mujeres embarazadas sufren esta separación desde el tercer trimestre de gestación. Aunque es completamente normal que la musculatura abdominal se debilite y sufra cambios, en el postparto esto debería volver a la normalidad aproximadamente al año de haber tenido al bebé. Vale destacar que, son pocas las mujeres que se recuperan de forma natural.
Son pocas las mujeres que se recuperan de la diástasis en el abdomen de forma natural.
Son muchos los factores que pueden contribuir en la aparición de diástasis abdominal en el postparto, veamos cuáles son los principales cambios hormonales y físicos que pueden afectar la musculatura abdominal y el tejido conectivo que une los rectos abdominales.
Aumento de peso
Durante el embarazo, todas las mujeres debemos aumentar de peso para poder albergar al bebé en nuestro vientre, pero es precisamente ese aumento de peso corporal el que provoca que la línea alba se distienda por no soportar la tensión a la que se ve sometida.
El embarazo
Durante el embarazo, las mujeres experimentan una serie de cambios hormonales como el aumento en los niveles de relaxina, progesterona y estrógenos, los cuales ayudan a cambiar la composición del colágeno presente en los tejidos para facilitar el trabajo de parto. Cuando estos son muy elevados, alteran de tal forma los tejidos que provocan un debilitamiento en el tejido conectivo que une los dos rectos abdominales.
Añadido a esto, la gran expansión en los tejidos y el aumento de presión abdominal que suele experimentar la mamá para adaptarse a los cambios que genera el crecimiento del bebé, pueden debilitar los tejidos conectivos y provocar la distención.
El aumento de peso, las hormonas y el bebé son muchas de las causas de la aparición de la diástasis
Los embarazos múltiples (también con cesárea), los bebés de mucho peso, la falta de tono muscular y los grandes esfuerzos abdominales en el embarazo son otros de los factores de riesgo en la aparición de la diástasis.
El parto
El parto requiere un esfuerzo muy fuerte para el cuerpo, pero cuando el parto es particularmente complicado y dura muchas horas, las contracciones y los pujos también pueden dañar este tejido. Contrario a lo que muchos puedan pensar, también hay casos de mujeres con diástasis que han dado a luz por cesárea.
Ejercicio abdominal no recomendado
Hacer ejercicios poco recomendables en la gestación, como aquellos que suponen grandes esfuerzos mantenidos o continuos, como cargar y transportar pesos elevados, pueden aumentar la presión en el interior del compartimento abdominal y convertirse en un factor de riesgo.
¿Cuáles son las consecuencias de la diástasis abdominal postparto?¿Hay dolor?
La señal más evidente de diástasis abdominal postparto es sin duda alguna, la persistente pancita flácida y descolgada que no disminuye pasados unos meses, pero más allá de las consecuencias estéticas en nuestro cuerpo, la diástasis abdominal también puede venir acompañada de varios síntomas y molestias graves para la salud.
Además de la molesta pancita, es muy probable que al hacer un esfuerzo o una flexión de tronco (un abdominal clásico) al levantarse de la cama, tengas la sensación de que “algo se sale” hacia afuera justo en la mitad del abdomen, y es que la pared abdominal no es capaz de contener las vísceras, por lo que saldrán al exterior creando un abultamiento.
En la mayoría de los casos, la diástasis abdominal postparto también trae un problema funcional pues las paredes abdominales son un tipo de estructura que repercuten en otras áreas del cuerpo también afectadas por la gestación y el parto como es el suelo pélvico. De este modo, la recuperación de la diástasis en el postparto juega un importante papel en recuperación de las disfunciones del suelo pélvico, como la incontinencia urinaria, los proplapsos y el dolor pélvico.
Además de todos estos inconvenientes, la diástasis abdominal postparto también trae como consecuencia:
- Incontinencia urinaria prolapso y dolor pélvico.
- Dolores lumbares
- Malas digestiones
- Estreñimiento.
- Una mala estabilización del centro corporal, del core.
- Posibilidad de hernias umbilicales.
¿Cómo saber si tengo diástasis abdominal por el postparto?
Los especialistas aseguran que cuando hay una separación de más de 2 traversas de dedos a 2.5 cm sobre el ombligo y bajo este, efectivamente se trata de una diástasis abdominal postparto. La mejor forma de confirmar la existencia de una diástasis abdominal es por medio de una evaluación manual por parte de un fisioterapeuta, pero el diagnóstico también puede completarse realizando una ecografía funcional de la pared abdominal.
Aunque lo más recomendable es acudir a un especialista, tu misma puedes hacer una sencilla prueba para comprobar si efectivamente tienes diástasis abdominal postparto.
Pon en práctica los siguientes pasos y comprueba tu misma si sufres de diástasis en el abdomen tras el parto.
- Acuéstate boca arriba sobre la cama o una superficie estable con las piernas dobladas y apoyando los pies en el piso.
- En esta misma posición, coloca uno de tus brazos detrás de tu cabeza, y las yemas de tus dedos (de la mano libre) en el centro del abdomen relajado (en la línea alba). Primero por encima del ombligo y luego por debajo de él.
- Realiza un movimiento abdominal, es decir eleva tu cabeza y tu tronco hacia las rodillas.
- En esta postura, trata de prestar mucha atención a lo que sucede justo dejado de las yemas de tus dedos. Palpa los lados de los rectos abdominales y evalúa tanto la anchura como la profundidad que existe entre ambos.
¿Sientes que hay una especie de separación extraña entre ellos? ¿Se hunden tus dedos hacia dentro?
Si es así, es posible que la separación nos asegure que existe una diástasis de rectos.
Recuerda que esta prueba no reemplaza la opción de los profesionales, así que una vez que lo hayas comprobado tú, te recomendamos consultar tus sospechas con un fisioterapeuta especialista en embarazo y postparto.
Recomendaciones para disminuir la diástasis del abdomen
Cuando la mamá padece de diástasis abdominal postparto es muy probable que la separación que se da entre los músculos del abdomen no llegue nunca a resolverse de forma espontánea durante la recuperación postparto, e incluso se mantenga por varios años si no se hace nada para recuperar el tono muscular.
Afortunadamente, la diástasis del abdomen tras el parto se puede mejorar y es reversible en la mayoría de los casos, de hecho existen varias técnicas específicas como los ejercicios hipopresivos que ayudan a que la unión de los tejidos se restablezca de nuevo y se eliminen los problemas digestivos, lumbares y de suelo pélvico si se presentan.
En el que caso que de sufras de diástasis abdominal postparto, es necesario que lleves a cabo una recuperación especial. Estas recomendaciones te ayudarán a lograrlo.
Evita en lo posible la práctica de abdominales tradicionales
Somos muchas las mujeres que deseamos deshacernos de esa pancita antiestética que suele permanecer después del parto, y la mejor forma de hacerlo es practicando abdominales ¿no es así? Aunque los abdominales son el remedio más efectivo para tener un vientre plano, cuando se siente diástasis abdominal no sólo no funcionan, sino que están completamente desaconsejados.
Además de suponer un riesgo para la recuperación del suelo pélvico, los abdominales sólo conseguirán que la separación entre los rectos musculares aumente y sometan a una hiperpresión a tus músculos perineales. ¡Evítalos a toda costa!
Evita los ejercicios en valsalva (en apnea)
Los ejercicio en apena, son todos aquellos esfuerzos cotidianos que se hacen mientras se aguanta la respiración, como por ejemplo cargar pesos, empujar mucho cuando vas al baño o levantarte de la cama sin ponerte de lado antes.
Aunque son la mayoría de las veces se hacen de forma inconsciente, debes evitar todo esfuerzo que suponga una presión en el abdomen durante los primeros meses del posparto.
Elimina el estreñimiento
El estreñimiento es un problema que puede ser muy común durante el postaprto, pero más allá de ser un problema digestivo muy molesto, debe saber que es uno de los grandes inconvenientes en la recuperación del suelo pélvico. Debido al esfuerzo que se deben hacer en el baño cuando se tiene un problema de estreñimiento, existe una hiperpresión abdominal que puede empeorar todavía más la separación entre las bandas del abdomen, así como perjudicar los músculos del periné.
Llevando una alimentación adecuada podrás evitarás castigar aún más a tu suelo pélvico, y suponer esfuerzos excesivos para el abdomen.
Practica ejercicios hipopresivos
Uno de los mejores ejercicios para disminuir la diástasis en el abdomen son los abdominales hipopresivos. Los ejercicios hipopresivos ayudan a fortalecer la faja abdominal por completo sin aumentar la presión en el abdomen, además aporta grandes beneficios en la musculatura profunda del abdomen, los músculos y los tejidos del suelo pélvico al mismo tiempo.
La idea principal a la hora de poner en práctica estos ejercicios es recuperar la funcionalidad del abdomen y para ello es necesario trabajar la cincha abdominal. Aplicando está técnica experimentarás como los músculos se tornan fuertes y flexibles, además de una reducción notoria de la cintura, reubicación de los órganos y la recuperación de la postura.
Sin dudas, los ejercicios hipopresivos son la mejor gimnasia de recuperación para el postparto.
Usa fajas específicas para diástasis abdominal
Las fajas con perfectas para tonificar el músculo transverso del abdomen, pero cuando se trata de diástasis, existen alguno modelos de fajas especialmente diseñadas para tratar la diástasis abdominal que tienen la función de ir aproximando poco a poco los músculos rectos del abdomen para que cicatrice los tejidos de la línea alba, como si se tratara de un corset.
Para obtener mejores efectos, es importante combinar el uso de la faja con ejercicios que trabajen la musculatura profunda del abdomen, además de seguir todas las recomendaciones acá mencionadas. Las fajas de este tipo, también resultan perfecta durante el embarazo.
Electroestimulación
Para los casos en los que la separación de los rectos musculares es muy grande, la fisioterapia pone a tu disposición la electroestimulación, una técnica que busca intensificar el entrenamiento de los músculos profundos del abdomen para reforzarlos. Si por el contrario es tu suelo pélvico el que se ha visto alterado en sus funciones, esta técnica es perfecta, pues te ayudará a mejorar la contracción de tus músculos perineales. Dependerá del especialista si eres candidato para realizar esta técnica.
Intervención quirúrgica
Sólo para los casos más severos y complicados, la cirugía suele considerarse como una opción. Si todos los tratamientos anteriores no surtieron ningún efecto y los síntomas continúan, será necesario recurrir a una abdominoplastia. Tras la cirugía, los especialistas y fisioterapeutas seguirán jugando un papel muy importante en la recuperación pues deberán procurar que la musculatura se encuentre lo mejor posible para la operación, además de ayudar en la recuperación y reprogramando la cincha abdominal para evitar que esta vuelva a aparecer.
Es importante destacar que una vez que la mamá sufre de diástasis abdominal, resulta un poco difícil conseguir que el abdomen se recupere por completo y tenga el mismo aspecto que tenía antes, pues todo dependerá de la anchura, la profundidad y la distnacia de separación que se haya producido entre los músculos.
Si bien la debilidad del tono muscular puede cerrarse de forma espontánea en los primeros meses del posparto lo recomendable es hacer un seguimiento previo y posterior al parto
Aunque la debilidad del tono muscular que se experimenta durante el postparto puede cerrarse de forma espontánea en los primeros meses, si se sufre de diástasis abdominal es muy importante tratar este problema desde un principio, pues además de prevenir el riesgo de hernias y otras molestias y dolores, disminuye la posibilidad de padecer lumbalgia crónica o problemas de incontinencia urinaria o fecal graves.
Recuerda consultar con tu médico para ver tu caso particular
Mi bajo vientre esta alterado y aun sensible adolmesido